Review: Nosferatu

¡Sucumban a la oscuridad, queridos lectores... o al cine! Hola de nuevo, seguidores de El Recoveco del Geek. ¿Se preguntarán por qué otro review tan pronto? Pues justo antes de tomar el fin de semana, nuestro equipo decidió ir a ver una película que, si bien salió el año pasado, acá recién ha salido este año, así que... ¿qué mejor manera de comenzar este año con un poco de terror del otro? Salvo que sean fans del cine mudo y del de terror (e incluso de Bob Esponja considerando las referencias al personaje de cuya película hablaremos hoy, algo que los cineastas agradecen jejeje), posiblemente no hayan captado la referencia, por lo cual les diremos de qué película se trata: Nosferatu de Robert Eggers. El remake de la película de terror muda alemana dirigida por F. W. Murnau de 1922, una de las primeras en el género de terror junto con El Gabinete del Dr. Caligari y la adaptación "no-oficial" de la famosísima novela Drácula de Bram Stoker, la cual introdujo a los tenebrosos vampiros a la cultura popular. Con un interés por este filme dada su antiguedad (al punto de ser dos años mayor que el bisabuelo de nuestro redactor en jefe) más la tendencia actual del Hollywood moderno por hacer remakes de películas antiguas para bien o para mal (como señala la hermana de, otra vez, nuestro redactor en jefe), estamos aquí para decirles sí deberían ir a su cine más cercano para deleitarse con una historia vampirezca... y podemos decirles que sí, efectivamente.

Para empezar, Nosferatu: Una Sinfonía de Horror fue una película muda, por lo cual hacerle un remake con diálogo y no intertítulos de por sí cambia varios aspectos de la historia original, en especial respecto a las interacciones de los personajes, permitiendo que nosotros percibamos sus emociones y características de forma menos ambigua y sin depender de un narrador, sino por las actuaciones de su elenco. Sinceramente, todo el elenco compuesto de talentos de gran calibre como Nicholas Hoult, Aaron Taylor-Johnson, Emma Corrin, Ralph Ineson, Simon McBurney y el multifacético Willem Dafoe (en otra colaboración con Eggers, quien planea seguir colaborando con él en futuros proyectos afortunadamente) brillan con sus actuaciones, pero quienes realmente destacan son Bill Skarsgård como el vampiro titular y Lily-Rose Depp, la hija del buen Johnny Depp, como una de los protagonistas, con Skarsgård una vez más deleitándonos con una actuación monstruosamente oscura (cual ha hecho que decida no volver ha interpretar un papel de ese nivel por un tiempo para evitar encasillamiento) y Depp ofreciendo un trabajo magistral que demuestra que ella no depende de la influencia de su padre, con suerte alejándola del estatus señalado de "nepo baby". Hacer un remake de una película antigua muy querida no siempre da mal resultado, como ya demostraron Caracortada, Juego de Gemelas, La Momia de 1999 y la Karate Kid del 2010, y el Nosferatu de Robert Eggers califica como otro ejemplo. Por supuesto, para no parecer un "copia y pega" como la Psicosis de 1998 por Gus Van Sant, Eggers realiza unos cambios en la historia que no se desvían por la ruta original y se mantienen fieles al filme clásico, por lo cual sí viste el de 1922, puedes tener una idea de cómo se desarrolla este, pero dado como otros remakes de la película tomaron rutas totalmente distintas, se entiende que Eggers quería rencarrilar al Conde Orlok de Max Shreck de vuelta a sus raíces, ya que la cinta original tuvo que hacer varias alteraciones para evitar demandas de copyright, al punto de llamar Orlok y no Drácula al Conde, por ejemplo. Por supuesto, para dejar en claro la modernidad del remake, Eggers hace uso de unos cuántos jumpscares, pero totalmente efectivos al no ser abusados o sobreexplotados como en varias películas de terror de hoy en día según audiencias. Sin duda alguna, no solo Skarsgård ha destacado en el género del terror (ya habiendo dejado su marca con la duología de Eso por Andy Muschietti), sino también Eggers.

Contra todo pronóstico de los cinéfilos más puristas, el Nosferatu de Robert Eggers está siendo un éxito ante las audiencias, sorprendidas de su habilidad por darle nueva vida a una historia enterrada de Hollywood así como los muertos vivientes. Si bien la cinta no planea tener secuelas por obvias razones (la original no tuvo y es una historia contenida que no necesita una), la película te deja con ganas de más en cuanto Depp, Skarsgård y Eggers. Y los altos ejecutivos de Hollywood parecen pensar lo mismo, porque múltiples ofertas ya le están siendo enviadas al último, como dirigir la secuela de Laberinto. ¿Alguno interesado por ver más de Eggers? Nosotros sí, por lo cual sí desean una tarde de sustos y de vampiros alejados de la imagen que la generación actual puede tener de ellos gracias a Crepúsculo, vean Nosferatu y vean quién es el más vampiro de todos los vampiros.

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