Review: Indiana Jones y el Dial del Destino…
¡Tán, tarántan, tán, tarán! *Latigazo* ¿Qué ha de nuevo, queridos aventureros... digo, lectores? Tras una buena espera tras el estreno de Flash (este junio ha estado lleno de estrenos esperados, por lo cual me temo que la taquilla de blockbusters de este mes ha sido muy mixta, pero aquí no hablamos de economía), este pasado jueves, El Recoveco del Geek pudo ver la película cuyo redactor en jefe ha estado esperando desde 2016, y a mayor distancia, desde la escuela primaria: ¡la quinta y última película de Indiana Jones! Si nuestras entrevistas de 2019 fueron de alguna indicación, en este sitio web le tenemos mucho cariño a la segunda saga estrella de Lucasfilm, por lo cual hemos seguido la producción de la película desde las primeras actualizaciones oficiales en 2016, perduramos pese todos los retrasos como los causados por la pandemia del COVID-19 y tras mucho esperar (período en el cual definitivamente las películas animadas de Tadeo, el Explorador Perdido sirvieron como un entretenido reemplazo), por fin Indiana Jones y el Dial del Destino ha llegado a salas con la última aventura del intrépido arqueólogo favorito de todos. ¿Es este un final digno para el personaje? No se crean todo lo que leen en Internet, dadas las acusaciones de fans del mal manejo de Lucasfilm con sus otras franquicias como Star Wars y Willow, pero veamos un poco... pero antes de continuar, les advertimos algo: la edad de Harrison Ford no es problema alguno. Apenas se siente. El sujeto es bastante móvil y ágil para alguien de su edad. Continuemos...
Para empezar, a diferencia de las previas películas de Indiana Jones, Indiana Jones y el Dial del Destino tiene la distinción de ser la única en no ser dirigida por Steven Spielberg y con una historia de George Lucas. En este caso, James Mangold y los Hermanos Butterworth, Jez y John-Henry, se encargan de la historia. Las cuatro anteriores películas contaban con una historia entretenida, pero si bien esta película mantiene dicha fórmula, llega momentos en los que la historia se siente un poco ralentizada por largas escenas de exposición o que carece de ciertas tradiciones, incluso llegando al punto que el clímax te deja con sensaciones de querer más (algo que nos pasó con Star Wars: Episodio IX - El Ascenso de Skywalker). Esto no significa que Mangold no sea buen escritor, ya que no por nada sus guiones fueron nominados por Logan y Ford v. Ferrari, ya que su amor por la franquicia queda claramente expuesto a lo largo de la cinta, pero definitivamente, se puede sentir la ausencia del toque Spielberg/Lucas del filme, aunque estos dos colaboraron como productores ejecutivos (gracias Jim por no hacer a George a un lado como pasó con la trilogía de secuelas de Star Wars). Algunas de las decisiones creativas de Mangold para deshacerse de algunos posibles plot points establecidos en la anterior entrega, aunque tienen un razonamiento entendible (por ejemplo, la disponibilidad de ciertas personas), muestran pros y contras. Asimismo, si bien la edad del actor principal no es un problema para la mayoría de la cinta, en ocasiones sí se siente que dificulta el realismo de ciertas escenas (cuya naturaleza no voy a mencionar para no spoilear) o incluso el potencial de escenas de acción. Fuera de esto, las actuaciones de los actores principales son más que espectaculares. Aparte de Harrison Ford volviendo como Indiana Jones por una última vez (de por sí, la actuación de Ford es posiblemente una de las mejores de su carrera), los "newcomers" de Phoebe Waller-Bridge, Mads Mikkelsen, Boyd Holbrook, Ethann Isidore, Olivier Richters, Toby Jones, etc. interpretan nuevos personajes que acompañan al Dr. Jones en su última aventura sin parar de entretenernos en el camino. Las peleas y persecuciones están bien coreografiadas, aparte que a diferencia de Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal, este filme si se grabó alrededor del mundo en vez que solo en los Estados Unidos, aún con la pandemia en proceso al momento de filmar. ¿Y cómo olvidar la asombrosa música del maestro John Williams? Con razón pensó usar este proyecto para retirarse antes de cambiar de parecer. En resumidas cuentas, al igual que con Logan, Mangold se las ingenia para darnos un final digno, sin mucho fan service, de uno de los personajes más clásicos de la cultura popular con una carta de amor y respeto a la franquicia, aunque con una historia inesperada cuyo significado emocional puede que les lleve ha analizarla un tiempo tras verla para sacar tus propias conclusiones.
Dicho esto, a diferencia de otras producciones, cuáles aseguran terminar pero luego se retractan, la edad de Harrison Ford y la denegación de Lucasfilm Ltd. de "recastear" a Indiana Jones como MGM ha hecho varias veces con James Bond si que hacen evidente que esta entrega sea la última de la segunda saga estrella de Lucasfilm (aunque de este modo, por fín se cumple el contrato original que Spielberg y Lucas firmaron con Paramount Pictures allá en 1970), pero la huella fílmica histórica que dejó Ford como el arqueólogo aventurero inspirado en los seriales de aventura de principios del Siglo XX nunca será olvidada. Quizás ya es tiempo de permitir que Indiana Jones cuelgue su fedora y su látigo y le pasé "la antorcha" a una nueva generación de aventureros en el cine. Por otro lado, si bien hay chance que la franquicia continué con otros personajes a través de otros medios, el desempeño poco estelar de la película en taquilla gracias a su estreno en este abarrotado junio de blockbusters puede que indique la conclusión de la franquicia (aunque sigue en desarrollo un video juego por Bethesda Softworks, para los interesados que tengan Xbox), pero de ser así, Henry Walton "Indiana" Jones Jr. se fue con estilo.
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